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Dentro de la segunda fase del “Proyecto de mejoramiento de la enseñanza de matemática con asistencia técnica de Japón”, Chile recibió a tres académicos nipones que por estos días están mostrando sus métodos de enseñanza a profesores en el norte y sur de nuestro país.Para el profesor Isoda Masami, de la Universidad de Tsukuba, no hay gran diferencia entre el currículo de la enseñanza matemática tanto en Chile como en Japón. Lo que cambia es cómo se da la clase dentro de la sala. "En Japón, los profesores se apegan al programa nacional y a los textos de estudio, pero me parece que acá se dan las clases como ellos saben y no se apegan al programa de enseñanza”, comenta.Ello sumado a otras variables como el nivel socioeconómico de los alumnos y la distribución geográfica, puede explicar la gran asimetría en el aprendizaje de los alumnos y alumnas de 4° básico de nuestro país. Según los datos que arrojó el último SINCE, de 2006, en matemática, el 35% de los estudiantes evaluados alcanza el nivel intermedio, un 26% llega a uno avanzado y el 39% de los alumnos y alumnas están bajo esta brecha. De estos datos de infiere que el 61% de los estudiantes ha alcanzado al menos el nivel intermedio.Para los alumnos de 2° medio, los análisis del examen nacional señalan que los resultados son más altos mientras mayor es el grupo socioeconómico de los establecimientos, no obstante entre el 2003 y 2006, en matemática, los grupos medio bajo y medio aumentaron seis veces su promedio.El profesor Yasuhiro Hosomizu, que enseña a alumnos de básica, cuenta que el aprendizaje de las matemáticas en Japón tiene tres pilares fundamentales que, en conjunto, apoyan el sistema de educación. Un modelo de resolución de problemas, centrado en el proceso y no en el resultado. "Los profesores conocen este método y así se dan las clases adecuadamente", señala el experto. Segundo, en los textos de estudio aparece también el modelo de resolución de problemas. "También hay guías para maestros sin especialidad en matemáticas", agrega. Y tercero, el análisis de clases. "Nosotros tenemos una historia de 130 años de estudio de clases. A través de él, el nivel docente sube considerablemente”, concluye Hosomizu.Los profesores están desarrollando clases públicas en Antofagasta, La Serena, Valparaíso, Santiago, Talca, Concepción y Temuco. El proyecto concibe realizar Talleres Comunales de análisis de clases, grabándolas y luego discutiéndolas para ir retroalimentándose y poder mejorar la enseñanza. Para el presidente del Centro de Perfeccionamiento, Experimentación e Investigaciones Pedagógicas, Carlos Eugenio Beca, “se está creando la necesidad de que los profesores revisen las clases de sus colegas y se sometan voluntaria y positivamente a revisión, este ejercicio ha resultado muy beneficioso, una vez que los profesores pierden el miedo y comprenden el concepto del análisis de clases”, afirma.
martes, 11 de noviembre de 2008
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